martes, 18 de enero de 2011

Los Rolling Stones en Marruecos

Muchos de los cantantes, actores y escritores reconocidos a nivel mundial que visitaron el Marruecos del siglo pasado se enamoraron de esa tierra para siempre. Fue una época donde el componente artístico y musical que ofrecia el país, junto con su situación quasi-exotica propició su libre entrada y disfrute, asi como su larga y comoda estancia en un ambiente muy peculiar. Entre los que disfrutaron de este ambiente encontramos al famoso grupo de Rock, Los Rolling Stones, que decidieron grabar un disco de manos de su fundador, Brian Jones en la ciudad cosmopolita de Tánger.

Tánger
Una ciudad espabilada y cosmopolita, donde la convivencia de las 3 grandes religiones formaba una auténtica alianza de civilizaciones. Tánger gozaba de un estado especial como zona internacional, que duró hasta 1956. Las flojas y permisivas leyes de impuestos, y el privilegio como puerto franco, congregó una afluencia notable de europeos, turistas, bohemios, millonarios, buscavidas de cualquier tipo de aventura o de trabajo (incluso espías), hombres de negocios, escritores, artistas... En este contexto Tánger adquirió un encanto discreto pero atrayente, convirtiéndose en una ciudad de gozo, de placer y de refugio de personajes de la talla de Brion Gysin, Paul Bowles de Burroughs, Capote, Tennessee Williams, Brian Jones…. Concretamente Brian Jones (fundador del grupo de los Rolling Stones) vino con la intención de descansar unos días con su novia por entonces Anita Pallenberg y se topó con los principales músicos exponentes de Jajouka así como con los músicos negros Gnawa, ambas formas musicales a descubrir. Músicas antiguas del trance que sacudieron su mente con sus ritmos acelerados y repetitivos, con sus ondas vocales cantadas y su percusión implacable que puede durar varias horas sin interrupción. Le cautivaron, y con la ayuda de las pipas misteriosas, el viaje “cósmico” estaba asegurado. Era una especie de libertad, de magia, de rebeldía ante lo convencional. Los peores y tristes recuerdos se ocultan e hipnotizan bajo las piedras de las llanuras y de las tierras de las montañas. Un sonido continuo que induce al trance y se relaciona con los ritos religiosos del Boujloud, del Dios Cabra (basado en disfrazar a un joven con una cabeza de cabra y hacerlo bailar hasta la extenuación, a veces hasta la muerte). Esta música tiene una antigüedad de mas de 1000 años y se basa en la conjunción de instrumentos de percusión y de viento típicos del Folclor Rifeño tales como la Gaita (entre la oboe y la trompeta), la Lira (una flauta de bambú), el Guimbri (especie de Laud de tres cuerdas) y el tambor de doble cabezal.La gran originalidad de la idea de Brian Jones era la grabación y la incorporación de esta fascinante música en el mundo occidental. Hasta entonces no se había grabado música étnica con fines de edición, tan solo existían grabaciones privadas, no comerciales, como las que había realizado el propio Brion Gysin para su uso o el mismo Paul Bowles, que ya en los años 50 grabó música de distintos lugares de Marruecos, sin finalidad alguna mas que para su propio uso.

A partir de 1947, Paul Bowles se instala definitivamente en la ciudad de Tanger. Esto coincide con la devastación de la II Guerra Mundial, el miedo a la bomba atómica y el mundo de rancios valores oprevisos que consigue revitalizar a un grupo de escritores norteamerianos, los llamados Generación Beat. Se trataba de escritores, amantes del jazz y del rock, sobre todo de la libertad, defensores de los marginados inspirándose en los valores orientales del hinduismo y el budismo, sin renunciar a las drogas, a la sexualidad y reconociendo que la espiritualidad oriental podía encontrarse con la música marroquí y mezclarse con el folclore étnico, hasta entonces desconocidos en Occidente.

Keith Richard, Mike Jagger en Marruecos, 1966


Fue precisamente en la famosa villa de Jajouka donde se encontraron el escritor Paul Bowles. El pintor Brion Gysin, el pintor Mohamed Hamri, el músico Bachir Attar y el grupo de los Rolling Stones. El resultado directo de este encuentro artístico y cultural fue la grabación del disco “Brian Jones present the pipes of Pan of Jajouka”, reconocido mundialmente como el primer disco occidental de música étnica. El disco salió con un cuadro en portada realizado por Mohamed Hamri, el chico de 15 años que allá en 1947 Paul Bowles había descubiero… El pintor se convirtió en manager de los Maestros Músicos de Jajouka que, poco después, pudieron grabar su propio disco en 1973 (“The Masters musicians of Jajouka”). En 1991, tras varias disputas que se originan por el control de los derechos del disco de Brian Jones de 1971, The Rolling Stones deciden ceder finalmente los derechos a Bachir El Attar, el leader de The Jajouka . En 1995, el disco de Brian Jones es reeditado con el sonido original, eliminando los ecos y efectos añadidos así como la portada original con la pintura de Mohamed Hamri y las notas de Robert Palmer,  poniendo en la portada una foto del mismo Bachir.

Pese a todo es realmente escaso el balance de la influencia marroquí en la música de los Stones. Los deseos étnicos de Brian Jones encontraron eco fuera de la música de la banda.  En este sentido, el liderazgo de Jagger y Richards llevó la música de los Rolling por otros derroteros, pero a los Stones, o mejor dicho, a su colíder Brian Jones, le corresponde el honor de haber acercado la música de Jajouka a los oídos occidentales. Ahora solo queda redescubrir estos nuevos sonidos, que no solo acercan el arte musical sino también a dos culturas tan cercanas y lejanas a la vez.
"Brian Jones present the pipes of Pan of Jajouka"

 ps: Recomiendo para interesados ver el documental que emitió la BBC World acerca de la visita de los Rolling en Marruecos. Una imágen vale más que mil palabras.